Querida Analía,
Espero que este mensaje te encuentre bien. Quiero hablar
contigo sobre algo importante que he estado reflexionando desde anoche.
Anoche, mientras revisaba mi presupuesto, me di cuenta de
que olvidé considerar una urgencia personal que tengo: la reparación de mi
coupé Taunus, que ha estado parada desde el 1° de junio. Este es un gasto que
no puedo posponer más, ya que necesito el coche para mis actividades diarias.
En mi carta anterior, te prometí una ayuda económica que
ahora me doy cuenta de que no podré cumplir en su totalidad debido a esta
urgencia. Me siento muy apenado por esta situación y lamento cualquier
inconveniente que esto pueda causarte.
Quiero que sepas que mi intención siempre ha sido
apoyarte en todo lo que pueda, y esta decisión no cambia eso. Estoy buscando la
manera de equilibrar mis finanzas para poder ayudarte lo más posible sin
descuidar mis propias necesidades urgentes.
Justamente por esta intención que tengo de ayudarte con tus gastos urgentes, es que he decidido que los $ 60.000 que te prometí en mi primera carta siguen intactos destinados para ayudarte con tus gastos de salud. Son los que originariamente estaban dispuestos para mis gastos reservados de $ 30.000 por semana de los que me cobraré solo $ 15.000 por vuelta y así puedo lograr al cabo de un mes, un ahorro de esos $ 60.000, que te los voy a estar depositando en tu cuenta de Personal Pay, apenas me los apruebe Lucía y me los transfiera.
Agradezco tu comprensión y espero que podamos hablar más
sobre esto para encontrar una solución que funcione para ambos.
Con cariño,
Leita
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