La Morada, 26 de julio de 2024
Promesa mutua y pacto con Baltasar en esta primera Tertulia en La Calera.
En el día de los abuelos de Jesús, San Joaquín y Santa Ana,
ambos celebramos la siguiente promesa que se la elevamos al Cielo:
Dentro del plazo máximo de un año y por una cuestión de
estilo e imagen socio-profesional, ambos estaremos conduciendo nuestros
respectivos vehículos, el de mi amigazo, de su madre, la mía, la moto Chopper Jawa Daytona 350 blanca, tan largamente soñada.
Agradecemos además a nuestros ancestros y al conjunto de
nuestras familias de origen, por hacernos posible la concreción de estos viejos sueños nuestros y también le
agradecemos a Dios por bendecirnos con sendos bienes, el de Baltasar, que ya lo
tiene, el mío, que será comprado con el producido de la venta de mi coupé
Taunus GT modelo 1979.
Amén y trato hecho.
SÍNTESIS SOBRE EL SUEÑO DE LA MOTO CHOPPER
A continuación linkeo también otra entrada muy vinculada a esta de hoy, que resulta contradictoria en principio y al respecto de tal contradicción expreso enfáticamente que cuando estuve atravesando esa pequeña internación light en la casa de Lucía, a la entrada que sigue la pusimos en crisis, lo que también hicimos hoy con Baltasar Ferrer en nuestra Tertulia de hoy, acá en La Morada, diciendo en definitiva que ser estoico o estar inspirado por una vida un tanto más estoica, nada tenía que ver con el deseo de seguir teniendo o no vehículo, y que ésta idea de estar inspirado por el estoicismo se podía aplicar a muchos otros aspectos, pero no debía perder el norte de que jamás seré un estoico de pura cepa, sino que siempre seré un epicúreo, integrado por el estoicismo.
Puedes leer y analizar la supuesta contradicción de la que hablo en la siguiente entrada.
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