La Morada, 28 de julio de 2024.
Desde hoy, ya estando consagrado a la Virgen, a Dios y a la Orden de la Merced desde el 9 de junio pasado, hoy, 28 de julio de este año del dragón de madera 2024 (el signo y elemento de mi hermana Georgina y el sign de mi mujer Analía -dragona de fuego-), e invocando la protección y regencia del ángel 28 de la cábala, Seheiah, el ángel de la salud y guardián del amor que nos ayuda en la búsqueda de nuestra "alma gemela"..., hoy también me consagro a la Familia Zappa Estrada y a su Comunidad Afectiva Estrada Alvarez y además elevo un voto sagrado de verdadera de castidad que la misma será vivenciada, como la castidad del matrimonio católico, es decir entre Analía y yo de manera fiel, y solo, si ella gustase regalarme esa intimidad como gracia suya y también Divina. Sin embargo, lo nuestro, nada tiene que ver con las formas de la castidad católica, y es por ello que me declaro no seguidor de la misma, rebelde, reformista y hasta revolucionario de las enseñanzas de mi religión en cuanto a este tema. Me declaro sabedor y seguidor de un tipo de sexualidad también espiritual y sagrada, pero pagana.
Este es un agregado que le introduzco a la entrada este 5 de noviembre del 2024:
Me le declaro a Analía Verónica Estrada, absolutamente descubierta ya y sin ningún tipo de dudas... me le declaro, su eterno pretendiente al sacratísimo matrimonio católico, y por lo tanto quedaré a la infinita espera de su: sí, acepto. Como su pretendiente, y tal cual lo paso a explicar más abajo, estoy en absoluto uso de mis facultades mentales y en óptimas condiciones morales, psicológicas y espirituales, para tomar cualquier de estas tres sagradas alternativas:
a) Casarme.
b) Protegerlas a ella y a sus hijas como Mecenas y/o Mentor, si es que Analía decidiera continuar su camino de vida, sola y sin pareja.
c) En base al sagrado Don de Consejo del Confirmado Baltasar Gonzalo Vicente Ferrer, mi flanco derecho y principal adoctrinante de mi costado católico tradicionalista, decidiré llegado el caso, retirarme "silbando bajito", como dice una que yo sé, por si Analía quisiera construir su tercera familia, luego de que habría tenido a la 1° durante 20 años con Martin Zappa y la 2° durante 6 años y medio, hasta ahora, conmigo.
Si ella decidiera cambiar de pareja y continuar con otra persona, como les digo, me retiro, no solo de su vida, sino de las suyas (incluyéndolas a sus hijas), puesto que continuar siendo Protector de ellas, produciría una incompatibilidad reñida con la ética de esa nueva familia.
En este caso de mi retiro, pues lisa y llanamente decido y voto también, con absoluta consciencia, que me caso definitivamente con el Esposo Jesús y a la manera de un sacerdote católico ordenado y místico, mientras que yo lo haría en idéntica condición en la que estoy ahora: como monje laico consagrado a Él, a la Virgen de la Merced y a nuestra Orden y solo si el "oso terminase hablando", y mis hermanos, los frailes mercedarios mayores y el obispo respectivo, me quisieran brindar el Orden Sagrado Final y Definitivo, pasaría a ser en la postrimería de mi vida, Sacerdote Solemne y luego de una larga historia personal como laico y como laico consagrado, y en idéntica sintonía que nuestro Fundador, San Pedro Nolazco. Amén.
Solo sigo al dogma católico, respecto de lo ya señalado en cuanto a la fidelidad. Sin embargo, para el caso que ella terminara decidiendo retirarse definitivamente de mi vida, mi castidad si pasaría a ser la propiamente cristiana de los solteros y muy especialmente de los solteros consagrados: o sea, EL CELIBATO. Pues en este acto decido y gobierno mi ser con esta promesa, consagraciones, voto y lo decido con mi espíritu todo, llamado Leandro (Hombre León), a que, si no es, lo que deba ser con Analía, pues no será con ninguna otra mujer, pues aunque los Leandros somos buscadores de la Familia Hecha y Derecha, luego de este tercer intento con mi amor, si el mismo fracasara, pues abandonaré definitivamente la búsqueda del matrimonio, y me inclinaré muchísimo más hacia esta otra vocación religiosa y muy bien desarrollada con toda mi originalidad y costosísimo constructivismo de toda una vida y me inclinaré mucho más hacia esa otra vocación también mía y concomitante al matrimonio pero que es la propia vocación del estilo monje y en afinidad con el sacramento del orden sagrado.
Este voto concierne sí o sí, que La Operación de la Bariátrica y mi incondicional compañerismo y acompañamiento, como este coach que le viene facilitando ir materializando este sueño suyo. Esto es inamovible y es al mismo tiempo mi Palabra de Honor y Juramento a Dios, pues ella no debe sentirse atada a mí, ni siquiera ahora y mientras continuamos transitando este largo y sacrificado Programa del Privado. Esto es así, lisa y llanamente, porque nos comprometimos el 10 de septiembre del 2021 y ese compromiso que le tengo para mí es Eterno.
Es por ello que, si hemos dejado de ser novios, o si lo dejáramos de ser en el futuro, esta "esencia" de mi voto de castidad, concierne que ella, aun así, es y seguirá siendo de por vida, mi Prometida.
¿Por qué lo resuelvo así al largo problema entre nosotros?
Pues por una cuestión muy simple y sagrada en verdad: Todo lo que siento por ella, desde lo terrenal, no es otra cosa que un sagrado intercambio entre dos profesionales, que nos brindamos sendos servicios y nos nutrimos juntos en todos los aspectos de nuestras vidas, crecemos, maduramos y nos vamos enseñando, más allá que nos desarrollamos muchísimo como lo he dicho, profesionalmente, ella me brinda sus Servicios de Devi del Yoga, y yo le brindo mis servicios de Coach, Mecenas, y Mentor (Su Protector y el de sus hijas) y nuestra intimidad de hasta ahora, se la podría caracterizar con cierto grado de certeza como la propia del Tantra Yoga y la Magia del Sexo conjuntamente practicadas, comprendidas y entendidas. Ella y yo nos brindamos respectivamente todo este asunto entre muchos otros servicios mutuos de índole humanitarios y humanistas.
Esta es la situación por la que me aparto lícita y conscientemente de la sexualidad y las maneras de la castidad católica matrimonial, y me adscribo en esta otra sacralidad propia del esoterismo pagano, aunque muy espiritual también y al igual que la otra, también sagrada. En efecto, este tipo de sexualidad pagana también está destinada a alcanzar otros tipos de iluminaciones "entre los consortes", tanto de índole física, como intelectual y espiritual.
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