La Morada, 11 de agosto de 2024
Los invito a leer e investigar quién era Quimera en la
mitología grecorromana para que se den cuenta que éstas “no son algo bueno” ni
para mí, ni para nadie, puesto que nos colocan de lleno, estos sueños vanos, de
cara a nuestros egos malos (es decir el ego que no lo representa al yo auténtico,
alma o espíritu) sino un ego que refleja justamente lo que significa lo vano:
orgullo pedorro, ser contumaz, tener este rasgo de soberbia. ¿Qué soberbia sería esta?
Pues se me hace palpable ahora la comprensión de esta soberbia en su especialidad de la vanidad:
¡Es una expresión de nuestra mente vengativa que
quiere demostrarle al mundo entero, que por más que este viviendo el quimérico, en medio de una soledad angustiante, en lugar de ganarle a la mala soledad, convertirse
en sistémico al fin, e integrado, por ejemplo y primero que nada, a su familia,
sigue insistiendo contra el mundo todo (aun siendo gregario como todos los humanos) y enfrascándose, siendo engullido por este monstruo o demonio de la
Quimera, para intentar demostrar con esa soberbia que este gran solitario y olvidado
del mundo y ciertamente marginal, puede lograr refregarles sus quimeras cumplidas al resto, pase lo que pase y cueste lo que cueste, y aunque queden miles de muertos en el
camino y entre ellos, sus propios cónyuges e hijos!
Es por todo ello que anoche en los últimos minutos de mi
vigilia, antes de ingresar al sueño profundo y mi vida onírica, que hasta esta mañana
me jodió de lo lindo con el mal Morfeo, haciéndome soñar dormido, con varios Proyectos
de Restauración Concluidos..., es por ello que en mis últimos minutos
despierto le escribí algo a mi mujer que ella no logró interpretar:
Mi coupé está en verdad embrujada y no tengo la mínima idea de quién le puede haber hecho o encargado hacer ese trabajo de magia negra, y es por ello que como una extensión de los demonios que la tienen tomada a esa tecnología de la ingeniería mecánica de los 70, me tiene también como “poseída” mi mente vana y mi mal ego, que me ha venido diciendo una y otra vez, desde que la adquirí hace casi cinco años:
Con esta máquina furiosa, te verás como un excéntrico y poderoso
vampiro, bebedor de la sangre simbólica, que es la energía psíquica que solemos
demandar los vampiros, que no somos tóxicos, a estas alturas de nuestras vidas, cuando nos manejamos con moderación, templanza, educación, cultivo permanente, espíritu gentil, pero si
o si, fascinadores por siempre, encantadores, carismáticos, y de vez en cuando,
al tomarnos las fuerzas de la oscuridad, embrujadores.
Con este exorcismo que, en el mundo normal de la realidad convencional, lo podré perfeccionar recién con la venta de mi auto, no le transmitiré a su
nuevo dueño el embrujo que esta máquina o "cosa" tiene encima, pero el embrujo se romperá definitivamente cuando
pase a tener otro dueño, pues pesa como embrujo de una cosa, pero en relación personal conmigo y no con nadie más. En donde la máquina, que también esta manipulada por los
ángeles, pasará a ser más que una cosa mágica, pasará a ser propiamente un
amuleto de muy buena suerte, fortuna, diseño y estilo excéntrico.
Amén
PUEDE USTED ILUSTRARSE DE LA NATURALEZA MITICA DE LA QUIMERA DANDO (CLIC ACÁ)
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